79 DRAC INCA: (22+18+20+15): Sergi Grimau (6), Navalón (10), Xavi Puyada (3), Kenny Green (25), Alberto Alzamora (12) "cinco inicial", Montañana (5), Bordas (7), Carrasco (0), Villar (11) y Ledbetter (0).
25 de 47 en tiros de 2 puntos. 4 de 13 en tiros de 3 puntos. 17 de 23 en tiros libres. 30 rebotes (17 en defensa y en 13 ataque). 24 faltas personales.
69 SONDEOS: (17+11+15+26): Quesada (11), Llorenç Mons (10), Joan Riera (12), Valentine (17), Pereira (10) "cinco inicial", Riveiro (7), Lolo Castro (0) y Esmorís (2).
14 de 33 en tiros de 2 puntos. 8 de 20 en tiros de 3 puntos. 17 de 23 en tiros libres. 30 rebotes (17 en defensa y 13 en ataque). 25 faltas personales
Arbitros: Morales Ruíz (Andalucía) y Palenzuela Pastrana (León). Excluyeron por cinco faltas personales a Joan Riera (Sondeos). Castigaron con falta técnica a Green y Esmorís.
Albert Orfila
José Luis Oliete parece haber conseguido algo extremadamente complejo: aislar a su equipo de un entorno excesivamente corrosivo. De hecho, en el terapéutico triunfo que selló anoche su equipo en el Palau, obviar el trabajo del entrenador sería equivocar el punto de mira. Manejar a una plantilla que es víctima de una depresión permanente no es fácil y Oliete ha ventilado con solvencia dos situaciones límite. La primera en Córdoba y la de anoche en el Palau. Tiene mérito. A grandes rasgos y dejando al margen de otros detalles, el partido escinificó un pulso entre Kenny Green y Llorenç Mons. Su cuota de protagonismo en ataque tuvo mucho peso. Nadie se jugó más tiros que ellos y su clarividencia marcó casi siempre el desarrollo del partido.
Green hizo muchas cosas bien, pero también estuvo arropado por un grupo de jugadores que se partieron el alma en defensa y que acabaron imponiendo sus credenciales. A estas alturas de temporada, asegurar que un jugador que sumaba demasiados meses alejado de las canchas y arrastra una lesión crónica adquiriría este nivel de juego resultaba absurdo, pero Green es desde hace muchos partidos la referencia de este Inca. Es un ganador y volvió a dejarlo claro. La muerte súbita aparecía demasiado visible en el horizonte de su equipo y ahí estuvo.
«Dadme el balón», sugirió a sus compañeros. Y el Sondeos del Norte, que también se jugaba la vida, acabó fulminado. Mucho antes que el tercer cuarto cobrara cierto sentido "periodo en el que se fracturó el partido (55-33 en el 26*), el cruce de caminos entre el Drac Inca y el Sondeos respondió a todo lo que era previsible cuando se emparejan dos equipos que llevan tiempo viviendo en las mazmorras: nervios, poco ritmo y continuos cortocircuitos. No obstante, los bases del Inca (Xavi Puyada y un rehabilitado Willy Villar), acabaron marcando la diferencia. El Inca impuso siempre su repertorio táctico y acabó pagando una factura menor siempre que se atascó.
Un triple de Llorenç Mons en el nacimiento del partido y poca cosa más. Sin demasiada fluidez en su juego estático, el Sondeos no tardó demasiado en la maraña defensiva que expuso el Inca durante un buen tramo del primer cuarto. Aferrado a la clarividencia de Kenny Green "once puntos en los ocho primeros minutos", el cuadro mallorquín no tuvo excesivos problemas para hacerse con la brújula y extraporlarlo en el electrónico con autoridad (17-6, minuto 7). Cerrado el suministro a Chima Valentine y a Llorenç Mons, el Sondeos dejó claro que es un equipo que maneja pocos recursos. Green, fiel al repertorio que suele ofrecer en todos los arranques, anotaba desde cualquier posición. Su defensor le concedía metros y él apretaba el gatillo.
El problema surgió cuando sus porcentajes bajaron y el perímetro del Sondeos adquirió cierta fluidez (22-17 al final del primer cuarto).
Consciente de que los pulsos en las cavernas suelen ganarse en defensa, Oliete no dudó en mover el banquillo en busca de intensidad en el juego sin balón. Su equipo sufrió demasiado cuando Green no estuvo en pista (30-26 en el 15'), pero la actitud del equipo fue siempre encomiable. El retorno del estadounidense devolvió la tranquilidad. De hecho, suyo fue el triple sobre la bocina que fijaba de nuevo una renta de 10 puntos (40-28) justo en el ecuador del partido. El Inca se había sentido agobiado, aunque su gobierno tampoco admitía excesivas dudas.
El segundo acto resultó determinante. Valentine había aparecido, pero Mons seguía siendo poco fiable y Joan Riera "el jugador que movía los hilos en el bando visitante", había perdido la batalla primero ante Puyada y después ante Villar. Un triple de Sergi Grimau, dos puntos de Alzamora, una penetración de Villar, otra de Navalón y un 2+1 de Kenny Green acabaron mutilando al Sondeos (53-33) y finiquitando la función. El último cuarto sólo sirvió para maquillar alguna estadística individual e inquietar a la hinchada tras una previsible relajación local.