JAVIER OCHOA-MELBOURNE
El alemán Michael Schumacher (Ferrari F2001) continúa su racha
victoriosa y ayer tarde se impuso por tercera vez consecutiva en el
Gran Premio de Australia, al término de una carrera con un comienzo
accidentado en la que Pedro de la Rosa (Jaguar R3) terminó octavo.
De la Rosa no pudo sacar partido del accidente en la primera curva,
que dejó eliminados a ocho coches y que le permitió pasar desde la
vigésima posición a la sexta al término de la primera vuelta.
Un problema eléctrico del motor le hizo perder posiciones, mientras que desde boxes trataban de arreglar el asunto a través de la telemetría, pero finalmente Pedro Martínez de la Rosa tuvo que detenerse en el área mecánica, donde perdió cuatro vueltas. Después el coche funcionó muy bien y eso le permitió a De la Rosa dar la quinta vuelta rápida en carrera, un segundo mejor que la de su compañero de equipo Eddie Irvine, pero las vueltas perdidas le impidieron luchar por entrar en los puntos.
El brasileño Rubens Barrichello (Ferrari F2001), que partía desde la posición de punta, no pudo aprovechar su ventaja, ya que al llegar a la primera curva el alemán Ralf Schumacher (Williams FW24 BMW) se pasaba de frenada, se subía por encima del Ferrari y no sólo quedaban ambos eliminados, sino que por detrás se formaba el caos y eran ocho coches los implicados en el accidente.
El director de carrera sacaba a la pista el coche de seguridad y neutralizaba la carrera, mientras que los pilotos implicados, Barrichello, Ralf Schumacher, el italiano Giancarlo Fisichella (Jordan-Honda), el brasileño Felipe Massa y el alemán Nick Heidfeld (Sauber-Petronas), el francés Olivier Panis (BAR-Honda) y los británicos Jenson Button (Renault) y Allan McNish (Toyota), corrían hacia boxes para subirse al coche de reserva en caso de que detuvieran la carrera, lo que no ocurrió.