La visita de los dragones del Oporto al Bernabéu, en la reanudación de la Liga de Campeones, es una oportunidad única para se cumpla el guión clásico de una buena película de las de antes y que los jugadores de del Bosque ejerzan el papel de príncipes. Con la victoria, además de los tres puntos en juego, el Real Madrid conseguiría prácticamente encauzar el pase a cuartos de final de la Copa de Europa y obtener un poco de tiempo y tranquilidad para plantearse sin tantos agobios y prisas su participación en la final de la Copa del Rey y las próximas jornadas de Liga.
La ausencia de Raúl, que no consiguió recuperarse a tiempo de la contractura en el bíceps femoral izquierdo que se produjo ante el Valladolid, el pasado 6 de febrero, es la nota negativa del equipo madrileño. Por el contrario, Roberto Carlos finalmente sí podrá jugar, aunque todavía siente molestias en el costado derecho. Además de Raúl, Savio y Geremi tampoco entran en la convocatoria por lesión, mientras que Iván Campo se queda fuera por motivos técnicos.
En cuanto a la alineación, no diferirá mucho de la que el técnico salmantino viene presentando con normalidad, aunque puede haber un par de variaciones. La primera podría afectar a la pareja de centrales, toda vez que Karanka puede ocupar la posición de Pavón. La segunda se refiere a la continuidad o no de Munitis en ataque.
El Oporto llega a Madrid envalentonado por las cuatro victorias consecutivas que ha conseguido en la Liga portuguesa, aunque su nuevo entrenador, José Mourinho, ha lanzado mensajes en clave: «Tenemos que ser realistas y admitir que en la Liga de Campeones no podemos ser tan ofensivos como en Portugal».