Constància y Ferriolense abren una jornada plagada de encuentros calientes. El hecho de que el futuro del once de Juan Manuel Darder dependa del Mallorca B favorece a un Constància que en su feudo pretende consolidarse como el mejor equipo del grupo balear. Pero será en el Estadi Balear donde se jueguen algo más que tres puntos. El Manacor puede engancharse de nuevo y de forma plena al vagón de cabeza, aprovechando las lagunas del Atlètic en su terreno de juego. El once de Benigno Sánchez no convence a la grada, pero los resultados siguen avalando al proyecto blanquiazul.
Los Pinos cruza a dos conjuntos que viven situaciones antagónicas. El Alaior recibe a la Penya con las urgencias de la clasificación como telón de fondo, aunque Churruca tampoco puede permitirse licencias. Otro conjunto al alza es el Vilafranca, que por méritos propios y plantel se ha instalado en una posición que permite a Pep Sansó y los suyos aspirar a cualquier fita. Los meloners reciben a un Sóller que se presenta en Es Molí Nou como víctima propiciatoria. No debemos pasar por alto a un Poblense que afronta una delicada visita a Llucmajor. El Espanya levanta el vuelo con cuentagotas y ya no es la cenicienta que algunos presumían tiempo atrás.
Dos de los modestos que se han sublevado se ven las caras en Es Moleter. Cardassar y Santanyí siguen imponiendo respeto allá donde van, y frente a frente, pueden deparar un buen espectácuo. Dentro del mal momento del fútbol menorquín, el Sporting busca oxígeno en Magaluf, de la misma manera que el Eivissa pretende dar una alegría a su maltratada afición en Can Misses. Un Montuïri herido tras el empate ante el Atlètic Balears en Es Revolt juega en Son Verí, donde el Arenal empieza a mostrar su garra. En Es Torrentó, el Felanitx intentará amarrar ante un Santa Ponça en racha tres puntos que se antojan trascendentales para obtener la ansiada permanencia.