Si hubo un lugar en el que la actividad fue frenética ese es el control de firmas. Uno a uno, los equipos fueron desfilando y las estrellas del pelotón plasmando su autógrafo. Óscar Freire fue el primer jefe de filas que apareció por el espectacular montaje situado frente al Auditórium.
Olano pasó inadvertido, todo lo contrario que la tríada mallorquina. Tauler, Colom y Horrach fueron agasajados por las autoridades presentes, que pasaron a la posteridad junto al arco iris o Casero.
La que puso firme al personal fue Marga Fullana. Lo de la carretera no es su especialidad, pero el nuevo fichaje de Orbea aprovechó un parón en su preparación para compartir unos momentos de compañerismo en la línea de salida.
Con casi todo el arsenal afinado, los miles de aficionados que decidieron pasar la jornada junto a los astros del pedal, se recreaban con los pasos del pelotón. Tauler y Colom protagonizaron un sprint con sentimiento con 48 kilómetros en sus piernas. Es el primer aviso de que quieren ser profetas en su tierra o al menos, Colom dará tregua «hasta que llegue la montaña. De todas formas, hay que ver que la gente va en serio. Buena muestra es el promedio que se ha registrado», señaló el de Bunyola.