El fútbol sigue manteniendo una importante carga de emoción, más allá de resultados, crisis abiertas y triunfos esporádicos. El domingo pasado no será un día más en la vida de Roberto Losada. El futbolista gallego se reencontraba, trece meses después, con el gol. Marcaba el tercero del Mallorca, lo celebraba con lágrimas en los ojos, recibía el cariño de la afición y de sus compañeros, apuntaba al cielo en dirección al lugar que ocupa Peter Dubovski, se quedaba con el balón y horas después era el gran protagonista en todos los espacios radiofónicos nocturnos.
Losada se ha dado cuenta de lo importante que es convivir con los pequeños detalles que da el fútbol. Esos mismos detalles que pueden llegar a pasar desapercibidos cuando uno está en la brecha día a día. «Como he dicho en anteriores ocasiones llegué a sentirme lejos del fútbol, incluso olvidado. Ahora todo es diferente», dijo Roberto. Sin embargo es muy difícil que se olvide a un buen futbolista y durante estas últimas horas su teléfono no ha parado de sonar. «Me han llamado muchos compañeros, incluso algunos de mi época de juvenil que, por cuestión de tiempo, el contacto más directo se va perdiendo. Me he llevado una grata impresión al volver a hablar con ellos», declaró Losada.
Roberto tuvo un detalle emocionado hacia el que fuera su compañero en el Real Oviedo, Peter Dubovski y que perdió la vida al precipitarse por una catarata. «Pienso mucho en él, le hecho de menos. Peter fue mi maestro, un gran amigo, y le seguiré dedicando goles hasta que acabe mi carrera deportiva», subrayó el jugador. Losada está integrado en la ciudad, tiene a su mujer y su hija con él y en unos días se metió de lleno en el vestuario.
Es ese tipo de jugadores que, por su forma de ser, también encuentra una vía de comunicación muy fácil con la grada. «He recibido mucho cariño por parte de todos desde que llegué y esto, quieras o no, es muy importante para un futbolista. Ahora lo que realmente deseo es ayudar al máximo al equipo, al club y a la afición para seguir remontando posiciones y buscar una situación más tranquila en la clasificación», manifestó Losada. Con el «Chino», el grupo de Kresic ha recuperado a un futbolista que antes de la lesión ya apuntaba una enorme calidad y que ahora es el revulsivo que solicitaba a gritos el Real Mallorca.
Carlos Àngel Roa tuvo también un regreso
feliz
Carlos Àngel Roa fue otro de los grandes protagonistas de este
pasado fin de semana. El portero argentino tuvo un feliz regreso y
tanto con él como con Leo Franco, la meta rojilla está bien
cubierta. El popular y carismático «Lechuga» hacía 14 meses que no
jugaba un partido de Liga. Las lesiones y el hecho de no estar
inscrito en la Liga le impidieron mantener la regularidad
necesaria. En Son Moix y ante el Athletic recibió una vez más el
apoyo de la afición. «La gente expresó su apoyo y se dejó notar muy
bien. El equipo era también muy consciente de lo que se jugaba y
creo que el domingo se vio el nivel que puede llegar a exhibir este
grupo. Hoy por hoy no podemos regalar absolutamente nada, hay que
exigir el doble de esfuerzo en los entrenamientos y en los partidos
y ganar», declaró Carlos. Ayer fue un día muy feliz tanto para el
guardameta como para el delantero Losada.