El deporte rey deja de ser rentable. Las multimillonarias pérdidas que anualmente registra Audiovisual Sport, explotadora de los derechos televisivos de los conjuntos de Primera y Segunda A, han hecho reflexionar sobre la viabilidad del pago por visión, hecho que repercutirá en un repliegue en las negociaciones cara a ampliar los contratos firmados con los diferentes clubes en 1996, y que expiran en el 2003.
Prisa-Sogecable y Telefónica, los progenitores de esta aventura multimedia, han pactado un recorte de gastos para encarar las conversaciones, aspecto en el que los grandes beneficiados, los clubes, no están nada de acuerdo y por ello trazan alianzas. Ambas empresas, junto a la Corporación Catalana de Radio y Televisión, gestionan Audiovisual Sport, que desde su fundación en 1997 ha registrado pérdidas superiores a los 30 mil millones de pesetas (180 millones de euros). Sogecable y Telefónica se han arrepentido de la carrera emprendida comprando derechos a golpe de talonario.
Al margen de Real Madrid y Barcelona, que suponen el 70% de las contrataciones, para el resto de los clubes no salen las cuentas. Los gastos en traslado de material y personal no se cubren con cien abonados que llegan a solicitar un determinado encuentro. De hecho, los dos grandes ya han salvado los muebles, firmando jugosos contratos hasta el 2009 con los dos operadores principales. Así, se aseguran ingresos que triplican los normales y que se multiplican a medida que las audiencias responden.
Además, preocupa el desequilibrio entre plataformas. El optimismo reina en Vía Digital, que ha incorporado a 43.000 nuevos clientes en el último trimestre. Por contra, Sogecable cede 13.727 y presenta un futuro poco alentador. El derroche pasa factura y llegan las vacas flacas. El primero en mover ficha ha sido el Atlético de Madrid. Noventa mil euros en Segunda saben a poco. Veinticinco mil millones de pesetas (150 millones de euros) y un contrato hasta el 2008 es el ofrecimiento rojiblanco. Las plataformas decidirán.