66 DRAC INCA: (8+17+15+26): Grimau (6), Montañana (2), Ramón Bordas (0), Willy Villar (10), Stuckey (18) "cinco inicial", Puyada (11), Kenny Green (12), Carrasco (0) y Alzamora (7). 18 de 33 en tiros de 2 puntos. 3 de 18 en tiros de 3 puntos. 21 de 31 en tiros libres. 28 rebotes (15 en defensa y 13 en ataque). 21 faltas personales.
86 CB HUELVA: (18+18+21+29): González (11), Burgos (21), Horton (13), Blacksheard (10), Cuthrell (10) "cinco inicial", Montaner (0), Tortajada (0), Óscar Rodríguez (6) y Ruíz (15). 22 de 39 en tiros de 2 puntos. 9 de 16 en tiros de 3 puntos. 15 de 23 en tiros libres. 29 rebotes (21 en defensa y 8 en ataque). 24 faltas personales.
Àrbitros: Mauri Roldán (Catalunya) y Rodríguez de Rada (Madrid). Excluyeron por cinco faltas personales a Grimau (Inca) y Óscar Rodríguez (Huelva). Castigaron con dos faltas anti deportivas a Puyada (Inca).
Albert Orfila
Si el juego ofreciera la posibilidad de escoger la forma de perder, el Drac Inca hubiera patentado anoche la peor de ellas. Sin apenas rechistar y con un baloncesto deprimente, el cuadro mallorquín se abrazó con el esperpento para acabar complicándose la vida de mala manera. Habría que remontarse a la época de Jaume Ventura para localizar un desastre de este tamaño. Metido en un atasco permanente, el grupo de Oliete alcanzó el punto cero: jugar peor es imposible. El Huelva, aplicándose con un mínimo de seriedad, no tuvo excesivos problemas para burlarse de su rival y someterlo a una humillación grandiosa.
Cuando un equipo sufre una derrota de estas características, depurar responsabilidades es complejo. De hecho, globalizar es lo más sencillo. No obstante, la hinchada no tuvo problemas en emitir su juicio. Abucheó a Villar y también cuestionó el trabajo de Bordas. Nadie duda de su profesionalidad, pero la verdad es que ofrecieron muy poco. De hecho, la línea exterior del Inca fue un cúmulo de despropósitos. Apenas produjo y ahí estuvo el principal punto de desequilibrio. En defensa, la fragilidad fue extrema. Nadie recuerda 21 puntos de Àlex Burgos.