El presidente del Hospitalet, Miguel García, ha renunciado a que su equipo juegue en el Miniestadi contra el Deportivo y ha suplicado a su presidente, Augusto César Lendoiro, que sea «considerado y generoso» con la entidad catalana. García ha descartado jugar en Barcelona, como así ha previsto la Federación Española de Fútbol, ante la negativa del Deportivo de disputar el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey en el campo del Hospitalet, de césped artificial. Para el presidente de la entidad catalana, que su club renuncie a jugar en su estadio, «sería un duro golpe para la ciudad».
El presidente del Hospitalet explicó ayer, en una conferencia informativa, que el club hospitalense se niega en redondo a jugar fuera de la ciudad, aunque no descarta disputar el encuentro, siempre y cuando el Deportivo se avenga a jugar sobre césped artificial, posibilidad, en principio, improbable de que suceda.
Miguel García ha informado de que la carta remitida al presidente del Deportivo también ha sido enviada a la Federación Española y Catalana de Fútbol. Si la respuesta de estos organismos, igual que la del Deportivo, es contraria a los intereses del Hospitalet, su mandatario ha asegurado que los jugadores disfrutarán de un día de fiesta. «No haremos una opereta ni nos presentaremos en el campo. No queremos desprestigiar la competición», ha anunciado.
El Hospitalet ha recibido el apoyo moral de la alcaldía, a pesar que desde el consistorio se planteó la posibilidad de disputar el partido, aunque después de la reunión en la que estuvieron presentes los componentes de la junta directiva, el club catalán ha decidido «defender nuestro honor», como así ha asegurado García.
El presidente del Hospitalet ha subrayado que jugar en césped artificial «significa poder trabajar con la base del fútbol, con 400 niños. La negativa del Deportivo es condenar el fútbol base y este método de trabajo».