Los franceses Cedric Pioline y Fabrice Santoro derrotaron por 2-6, 6-3, 7-6 (7-5) y 6-1, en dos horas y 47 minutos, a los australianos Patrick Rafter y Lleyton Hewitt y sitúan a Francia a un punto de conseguir la Copa Davis 2001. La apuesta del capitán del equipo australiano, John Fitzgerald, de hacer jugar a sus dos mejores jugadores de individuales en el encuentro de dobles fue un rotundo fracaso, y ahora la posibilidad de ganar la Copa Davis en su propio feudo parece una empresa muy difícil.
Hewitt y Rafter llegarán a los partidos ante Grosjean y Escudé arrastrando el desgaste de dos días de competición intensa, lo cual podría jugar en favor de los franceses, quienes tuvieron un día de más de descanso que los locales. Australia pareció que se llevaría el punto en disputa con facilidad tras la clara superioridad ejercida en el primer set, dominando a los franceses en todos los aspectos del juego. Pese a que Rafter fracasó continuamente en la devolución del servicio de Pioline y Santoro, el australiano fue efectivo sobre la red y Hewitt sólido en su saque y en los golpes de derecho y revés.
Pero la segunda manga tuvo un cambio radical, con los franceses explotando los numerosos errores de Rafter, que no sólo continuó con sus deficientes restos, sino que, además, fue inconsistente en su saque. Hewitt pareció contagiarse de su compañero, y la solidez de su juego en el primer set se fue diluyendo, mientras que los franceses fueron consolidándose paulatinamente y tomando el control de las acciones.
En el tercer set, Australia se mantuvo en el partido gracias a un repunte de Hewitt, mientras que Rafter, pese a mejorar en su servicio, continuó fallando en sus devoluciones y en varias voleas sobre la red. En el «tie-break» los franceses se impusieron por 7-5, en 67 minutos, tras estar en desventaja de dos puntos en dos oportunidades. En el cuarto set, los franceses, con una actuación sólida tanto en el saque como en los ataques sobre la red, dominaron desde el principio.