En 1997 Joan Llaneras y Miquel Alzamora escribían una de las mejores páginas del deporte mallorquín. La pareja insular se proclamaba campeones del mundo en Perth (Australia). Cuatro años después el currículum de Llaneras le convierte en el mejor corredor de las Islas "la etapa de Guillermo Timoner no es comparable". Cinco títulos mundiales y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney avalan la trayectoria de Llaneras. Hoy, perseguido por un análisis que delata un «no negativo» por consumo de EPO, su compañero en Perth considera que su imagen será difícil de limpiar aunque asegura que «no necesita tomar ninguna sustancia prohibida para demostrar su valía».
Miquel Alzamora no esconde su malestar ante la situación de Joan Llaneras. «Le conozco muy bien -dice el ciclista de Artà- y sólo puedo decir que es un tipo legal. El domingo pasado hablé con él y está hundido. Joan me ha asegurado que no es cierto que se haya dopado y me dijo que detrás de todo esto se esconde algo raro. Me dijo que había puesto el caso en manos de sus abogados y que está esperando a ver lo que sucede». Alzamora sostiene que lo que más daño le ha hecho a Llaneras «fue tener que abandonar los 6 Días de Grenoble. Él tiene demasiada clase para necesitar tomar nada».
El ciclismo mallorquín está a la espera del contraanálisis que ha solicitado Joan Llaneras. Mientras Miquel Alzamora carga para defender a su compañero. «Yo no sé que pensar, pero ya se ha cometido algún error muy grave. No se puede permitir que se realicen controles sin que sean del todo fiables» manifestó el corredor de Artà.
Miquel Alzamora considera que este incidente ha ensuciado la imagen de Joan Llaneras irremediablemente. «Al hacer público que ha dado un “no negativo" le han condenado. Ahora aunque el resultado del contranálisis diga lo contrario y no le sancionen su imagen no se podrá limpiar». Joan Llaneras espera en Girona el resultado del contranálisis que declare que no se ha dopado.