El Sadar pasa por ser un terreno nada propicio para los intereses del Real Malllorca. Sergio Kresic y el equipo de la Champions se dejaron en el tintero una asignatura pendiente más. La derrota encajada en Pamplona, además de hacer reflexionar sobre algunos aspectos del juego y la actitud de la plantilla, debe servir para incluir, una temporada más, en la lista negra al terreno pamplonica.
Y es que, si se rompió el maleficio de San Mamés, Osasuna quiso alargar la leyenda negra que persigue al Real Mallorca en tierras navarras. En la máxima categoría, cabe contar por derrotas nueve de las diez visitas bermellonas al feudo osasunista, exceptuando el caso puntual que tuvo lugar en la primera jornada de la temporada 86-87, la del play-off. Un pírrico empate a cero que ha hecho historia. Aunque si queremos remontarnos lejos, debemos mirar hacia la temporada 61-62 y recordar "los que puedan" el gol de Loren, el único logrado en terreno de Osasuna por el Mallorca en Primera.
La cosa cambia cuando bajamos un peldaño. En Segunda División, y ya en la etapa contemporánea de ambos clubes, un Mallorca recién tomado por Bartomeu Beltrán, que debutó como presidente en El Sadar en el estreno de la temporada 95-96. Y no pudo ser mejor debut. Los goles de Huegun, a servicio de Vidal, y «Chichi» Soler, otorgaron la única victoria de la historia en Navarra. Ayer, para seguir la tradición, tocó perder.