Detroit fue el escenario escogido por Michael Jordan para comenzar su tercer periplo, aunque en esta ocasión no lo hizo con Chicago, como en las dos ocasiones precedentes, si no con Washington. El neoyorquino consiguió 8 puntos en los 17 minutos en los que permaneció en la pista, en una serie de cuatro lanzamientos convertidos sobre ocho, a lo que sumó tres rebotes y una captura de balón, por contra cometió una personal y dos pérdidas. Pese a su presencia su equipo perdió ante Detroit por 95-85. Jordan no tenía previsto jugar los partidos de pretemporada finalmente rectificó a petición de la NBA ante la gran cantidad de aficionados que habían retirado sus localidades para verlo en acción. Incluso los más de 20.000 aficionados que abarrotaron las gradas reclamaron su presencia durante el tercer cuarto.
El nuevo número 23 de los Wizards, seis veces campeón de la NBA con Chicago, no desentonó pese a los tres años que estuvo alejado de las pistas de baloncesto y demostró a los incrédulos que su vuelta no será un dato para la galería. «La verdad es que durante el primer cuarto he mostrado una gran intensidad que no esperaba. He jugado a un buen nivel y me sentía bien. Yo mismo me he sorprendido, de todas formas hay que pensar que he estado tres años alejado de las pistas y que me queda tiempo para mejorar», señaló.
Jordan reconoció que áun no se encontraba al cien por cien. «Sé que la gente siempre espera algo espectacular cuando estoy en la pista, pero no iba a hacer algo para lo que no estaba preparado, por eso me limité a anotar. Seguro que dentro de un par de semanas me encuentro mucho mejor», afirmó.