Drac Inca ha traslado a la Federación Española de Baloncesto (FEB) su malestar ante los arbitrajes que ha recibido en las tres primeras jornadas de Liga. El club de es Raiguer considera que las actuaciones de los colegiados han condicionado las posibilidades de su equipo, especialmente en el partido que disputó el viernes ante el Manresa. El duelo ante los catalanes, dirigido por el madrileño Mínguez Carrobles y el andaluz Uroz Alonso, ha irritado de una forma especial a los gestores del Inca, que a lo largo del fin de semana han mantenido diversos contactos con la FEB y también con Víctor Mas, máximo responsable del arbitraje LEB.
El presidente Sebastià Penya confirmó la adopción de estas medidas argumentando que «se nos está faltando al respeto y eso es inadmisible. Es de dominio público que en tan sólo tres jornadas de competición hemos recibido tres arbitrajes que nos han perjudicado notablemente y eso nos deja en inferioridad de condiciones». Penya se refirió a lo ocurrido ante el Manresa en el Palau subrayando que «nos enfrentábamos a un gran equipo, pero el arbitraje fue desastroso. Yo no digo que con otra pareja hubiéramos ganado, pero creo que las cosas hubieran sido muy diferentes. Cada vez que reaccionábamos y nos metíamos en el partido ocurrían cosas muy extrañas. En Llobregat también padecimos un arbitraje muy similar y ante Los Barrios, en el primer tiempo, otro tanto de lo mismo».