El Villarreal de Víctor Muñoz volvió a dejar en evidencia a un Real Mallorca que sigue sin ganar ni marcar goles en su estadio de Son Moix tras cinco jornadas de Liga. La expulsión del camerunés Samuel Eto'o al acabar la primera parte fue clave en la derrota isleña.
El equipo balear volvió a dejar de manifiesto su inoperatividad para crear espacios en los metros finales, donde Eto'o y Luque están obligados a retroceder muchos metros para conectar con el balón, circunstancia que les hace perder una parte importante de su efectividad ante el marco rival. Con el «Caño» Ibagaza lesionado, el equipo del alemán Bernd Krauss no tiene a su principal referencia ofensiva, y por ello al equipo le cuesta un mundo marcar goles y, además, se vuelve vulnerable en Son Moix, como se encargó de demostrarlo el Villarreal muy pronto.
Si desgraciada fue la intervención del joven meta mallorquín Miki, sustituto del lesionado Leo Franco, al no despejar con contundencia un remate de Jorge López y permitir el cabezazo a bocajarro de «Loco» Palermo, peor fue la absurda expulsión del camerunés Samuel Eto'o al finalizar la primera parte. El Mallorca, con desventaja en el marcador y en terreno de juego, tuvo que afrontar una durísima segunda parte ante un rival que demostró categoría y oficio con Galca, Víctor, Amor, Guayre, jugadores capaces de armarla en cualquier momento.