Una verdadera obra maestra de la ingeniería moderna. Así se puede definir, brevemente, el nuevo estadio construido en la zona norte de la ciudad de Gelsenkirchen donde el Schalke 04 ya juega sus partidos, como anfitrión, desde el pasado mes de agosto. Desde principios de los años noventa los responsables del Schalke 04 empezaron a tomar conciencia de que su Parkstadion, construido en 1973 para el campeonato mundial que organizó Alemania en 1974, se había quedado anticuado para las necesidades del equipo y de la ciudad de Gelsenkirchen. Tras poco más de dos años de construcción ahora pueden sentirse satisfechos.
Con una capacidad de 62.000 espectadores (reducidos para los torneos internacionales a 54.000), garantiza una visión idónea desde cualquiera de sus puntos. De estas plazas 45.000 son de asiento y otras 17.000 de pie. Pero incluso éstas últimas pueden ser habilitadas con asientos rápidamente según el caso. Esto ocurrió hace pocas fechas debido a la representación de la ópera «Aida» en el interior del recinto.
El coste del coloso de hormigón y metal alcanzó los 358 millones de marcos alemanes (más de 30.000 millones de pesetas) y fue sufragado de forma privada en su totalidad. Sobre todo se pensó en la multifuncionalidad a la hora de concebir este espectacular estadio. El Arena AufSchalke cuenta con un techo retráctil de 560 toneladas que puede ser abierto o cerrado en apenas media hora. Además, gracias a un especial sistema hidráulico que arrasta a través de raíles de acero el soporte de hormigón de 11.000 toneladas de peso sobre el que se ha dispuesto el terreno de juego, éste puede ser llevado fuera del estadio.