La baja a última hora de Everton Giovanella por enfermedad obligó al técnico celeste a trastocar la disposición de sus hombres en el campo y a perder consistencia en el juego de contención. Pero el Mallorca no reaccionó ante este problema y continuó con una mentalidad roñosa en el juego ofensivo a pesar de que su once inicial con dos delanteros, Samuel Etoo y Veljoko Paunovic, pudiera indicar lo contrario.
Con el paso de los minutos, el empuje céltico se fue atascando aún más con Alexandre Mostovoi muy controlado y el resto con pocas ideas. El Mallorca se fue desperezando y a pesar de su conformismo fue capaz de crear una buena ocasión en un balón que luchó Eto'o ante Berizzo. El gol del Celta llegó cuando Mostovoi puso un perfecto balón en la frontal del área pequeña que el brasileño Edu cabeceó a la red elevándose por encima de su marcador.
Tras el descanso, el Celta pecó de su error habitual en los partidos de casa, que es el defender un resultado mínimo cuando a falta todavía de muchos minutos para la conclusión. Los de Bernd Krauss adelantaron líneas y dejaron más espacio para el contraataque.
Cuando el público empezaba a mirar el reloj con preocupación, llegó el ansiado segundo tanto tras un sensacional disparo al larguero de Mostovoi cuyo rechace convirtió Catanha totalmente libre de marca.