La saga continúa. Fue Joan Gomis el que abrió brecha, para que Pep Amengual escribiera las páginas más recordadas de la pesca submarina española. Pedro Carbonell y Albert March hicieron el resto, incrementando el número de entorchados mundiales que recalaban en Mallorca. Ahora es el pequeño de la casa el que pide paso. Toni Carbonell, hermano del actual campeón mundial, vive ya su primera gran experiencia con la selección nacional a sus 20 años. El Campeonato de Europa a disputarse en aguas de Arbatax (Cerdeña) a inicios del mes de octubre será su bautizo en la élite. Eso si, partirá como reserva de la expedición encabezada por otro hombre de la tierra, Tomeu Salas, y en la que también figuran su hermano Pedro y otro campeón mundial, Albert March.
En su historial destaca la victoria del equipo balear, del que formaba parte importante, en el último Campeonato de España, «pero entrar en la lista para una competición como el Europeo es la ilusión de mi vida. Llegar a un Mundial sería lo más grande, aunque a mi edad, es mejor ir de reserva para conocer cómo hay que moverse en estas lides, y si es con mi hermano, mucho mejor. Es el mejor del mundo y mi punto de referencia. Se puede decir que es mi ídolo, aunque mi padre y Pep Amengual tambián tienen parte de mérito», comenta Toni Carbonell, en cuya sangre de deja ver una tradición de generaciones dentro de la pesca submarina.
Precisamente, el hecho de vivir vinculado al mar desde temprana edad y el amor que profesa hacia el mismo son dos de los factores que le permiten soportar la dura dedicación que solicita la pesca submarina. «Físicamente has de estar muy bien. Es un deporte del que estás enamorado, pues de él no puedes vivir. Yo suelo entrenar unas cinco horas diarias, y cuando se acerca una competición, te vas un semanas antes para conocer mejor el terreno», recalcó la más firme promesa en aras de seguir la estela dejada por la generación actual de deportistas.
Sobre la polémica que envuelve a la práctica de esta modalidad, generada por las restricciones impuestas por el Govern, Toni deja claro que si no le dejan entrenar, es decir, pescar, «entonces se me cierran las puertas de las grandes competiciones. De momento, podemos pescar cinco kilos cada día, pero hay muchas limitaciones y mucha gente no federada que no respeta las normas», señaló un Toni Carbonell que espera con ansia tener una oportunidad en aguas sardas.