Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, aseguró ayer tarde que abandonará la presidencia del club «si el equipo sube a Primera División» y se demuestra su «honradez e inocencia». El máximo dirigente rojiblanco manifestó en una conferencia de prensa celebrada en el estadio Vicente Calderón que no tiene la intención de vender sus acciones «porque están todas embargadas por la administración judicial. Yo dejo la presidencia siempre que se cumplan las dos premisas que he dicho, pero lo de vender las acciones ya veré si lo hago o no», subrayó el presidente Atlético.
«Soy del Atlético y moriré del Atlético. No me voy porque no quiero. Tengo derecho a defender una empresa de la que soy el máximo accionista y de la que suscribí la totalidad del capital social cuando nadie quería hacerlo y nos íbamos a Segunda B», aseguró el mandatario rojiblanco, aunque aseguró que su intención de realizar una apertura del club a nuevos gestores.
También habló Gil sobre el nuevo entrenador asegurando que Luis Aragonés, nuevo entrenador del club para la próxima temporada firmará su nuevo contrato el 2 de julio, tendrá «plenos poderes para hacer y deshacer a su antojo». «Luis es dueño y señor para hacer lo que quiera y es libre de rodearse de los profesionales que él quiera. El decide los fichajes yo no voy a hacer ningún tipo de interferencias en el tema puramente deportivo. Tan sólo he quedado para dar el oxígeno necesario para que no se hunda la nave», explicó el dirigente rojiblanco.