El Valencia CF fue recibido ayer en el aeropuerto de Manises por cerca de 2.000 aficionados, la mayoría de ellos niños y gente joven. La plantilla de Héctor Cúper aterrizó en Manises ayer tarde sobre las 19.00 horas, como en principio se había previsto, tras hora y media de viaje. Un ambiente de seriedad y caras largas presidieron el viaje de regreso de los blanquinegros hacia tierras españolas.
El futbolista más coreado por los seguidores que se acercaron hasta Manises fue Santiago Cañizares, el jugador que demostró de forma más clara su bajo estado de ánimo tras la derrota ante los teutones. Una vez en Valencia, los jugadores se desplazaron hasta la Ciudad Deportiva para recoger sus automóviles e irse definitivamente a sus hogares. El golpe que recibieron tanto los futbolistas como la afición el pasado miércoles fue muy duro ya que perdieron, por segundo año consecutivo, la posibilidad de ganar el más preciado trofeo continental. Ahora el equipo centrará toda su atención en intentar clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones.