EFE - LISBOA
El leonés Manuel Martínez consiguió en Lisboa la primera medalla
española, de bronce, en unos Mundiales dentro del sector de
lanzamientos, pocos minutos antes de que Reyes Estévez ofreciera en
las semifinales de 1.500 una exhibición de fuerza ante el campeón
olímpico, el keniano Noah Ngeny.
La medalla, tan largamente anhelada por Martínez, se hizo de rogar. Con su primer tiro (19'87) se colocó en el tercer puesto, que mantuvo en la segunda ronda (20'10) pero su concurso languideció después (19'84, 19'83 y un nulo). El leonés retrocedió hasta el quinto lugar antes de situarse por sexta y última vez en el círculo.
La ruidosa presencia de un grupo de aficionados de Aranda de Duero y de Murcia movilizó las energías de Martínez en la hora suprema del último intento. Cuando la bola de siete kilos salió de su mano ya supo que estaba en el podio: tal fue el grito con que atronó el pabellón Atlántico. Martínez llevaba siete años persiguiendo una medalla en Mundiales bajo techo y dos veces (Barcelona 95 y Maebashi 99) había ganado «la de chocolate», como él mismo acostumbra a definir el cuarto puesto.
El año pasado, en Gante (Bélgica), Martínez logró subir a su primer podio internacional al terminar tercero en los Europeos en sala. En los Juegos de Sydney, después de casi un año de inactividad por lesión, acabó sexto, y en agosto próximo tiene una nueva cita con la gloria en los Mundiales al aire libre.