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Mallorca B

El filial toma oxígeno con su victoria (2-0) ante el Alzira

Dos goles de Güiza rehabilitan al Mallorca B y entierran al conjunto valenciano

2 MALLORCA B: Alberto (-), Pelegrín (2), Cabeza (1), Viale (1), Romerito (1), Robles (2), Campano (1), Jofre (2), Güiza (2), Da Mota (1) y Jesús (1).
Cambios: Roberto Merino (1) por Da Mota en el minuto 76, Benjamín (-) por Jesús en el minuto 81 y Quique Romero (-) por Güiza.
0 ALZIRA: Pozuelo (1), Solves (0), Olmos (1), Campos (1), Buti (1), Nelo (1), Diego (1), Hernández (1), Raúl (0), Óscar Lozano (0) y Bondía (0).
Cambios: Perea (0) por Diego en el minuto 41, Fortes (1) por Óscar Lozano en el minuto 62 y Meji (-) por Hernández en el minuto 90.
ÀRBITRO: Santana Cárdenas (Colegio Las Palmas). (1). Sin problemas. Amonestó a los locales Viale, Romerito y Benjamín y a los visitantes Óscar Lozano y Fortes. Expulsó por doble amonestación a Bondía en el minuto 73.
GOLES:
Minuto 17, Güiza a la salida de un córner, 1-0.
Minuto 79, penalti sobre Jofre que ejecuta Güiza, 2-0.
LO MEJOR: Las carreras de Jofre y la pegada de Güiza
LO PEOR: La lluvia y la imagen del Alzira

XISCO CRUZ
Güiza oxigenó al filial. El delantero andaluz rehabilitó al Mallorca B con su enorme pegada y lo trasladó a su hábitat natural, el del triunfo. En un partido sin excesos, pero con otro tono, el ariete ofreció su mejor versión en el área y castigó la indolencia del Alzira, uno de esos equipos que huele a cadáver (2-0).

Juan Ramón López puso sobre el tapete a un once ofensivo, en una apuesta valiente. Formó con tres delanteros "Jesús, Güiza y Da Mota, que ejerció de enlace" y el filial mostró un buen aspecto. Desde el inicio se propuso atacar y en un par de minutos Jofre ya había circulado por la banda izquierda en infinidad de ocasiones. Siempre encontró espacio y de su zurda salieron las mejores opciones. A los diez minutos un arranque del catalán lo envió Campano al lateral de la red en un acrobático remate y poco después el mismo Jofre enviaba alto desde la frontal.

El Alzira se limitaba a presionar tímidamente la salida del balón de Robles, pero el Mallorca B logró circular el cuero con fluidez y los levantinos nunca tuvieron presencia en el partido. Además, el filial se aplicó en la estrategia y en un saque de esquina abrió el marcador; Güiza se instaló en el segundo palo, se encontró con un balón prolongado que no tenía dueño y lo alojó en la red de fuerte disparo (minuto 17).

A partir de entonces el partido vivió su fase más pobre, porque el carril de Jofre ya estaba más concurrido porque los envíos de Campano no encontraban rematador. El filial nunca pasaba apuros pese a estrenar defensa (por enésima vez) y Cabeza se permitía el lujo incluso de llegar al área azulgrana.

La segunda mitad amaneció igual. Los de Pepe Martínez confiaban su suerte a algún balón perdido y el conjunto balear se volcaba sobre el área de Pozuelo. Por aquel entonces Pelegrín ya era un extremo más y sólo la falta de profundidad le daba vida al Alzira.

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