El entrenador del Real Mallorca, Luis Aragonés, no quiso ayer entrar en detalles en torno al tema de su posible renovación ni habló más de la cuenta en torno al poder que desea obtener en el capítulo deportivo, principalmente a la hora de reforzarse con vistas a la próxima temporada.
«No sé de dónde sale todo esto. Yo siempre voy con la secretaría técnica y en esto del fútbol cuatro ojos ven mejor que dos y nunca he abierto la boca en relación a estos temas. Cuando tengamos que tratar el tema, que es cuando quiera el presidente, ya se hablará», declaró Luis.
«Nuestra verdadera preocupación "prosiguió Aragonés" radica en los próximos compromisos de Liga que tenemos que afrontar estas semanas. Ni el presidente, ni yo, ni el secretario técnico tenemos ninguna preocupación en el sentido de mando ni nada por el estilo, no hay nada de eso. No sé a que viene eso del mando, a mí me gustaría obedecer siempre pero por desgracia me pagan para mandar», manifestó el entrenador del Real Mallorca que de esta forma zanjó esta polémica, al menos hasta marzo.
Aparcado el tema principal de debate en estas últimas horas, Luis insistió en la necesidad de que la afición apoye totalmente a los futbolistas y su deseo es que no se repitan los abucheos a ciertos jugadores tal y como sucedió frente al Athletic de Bilbao. «Lo que me gustaría es que los jugadores noten en líneas generales la presencia de su público a favor, esto sí es importante», declaró Luis.
«Me preocupa que nuestro público se meta con los jugadores porque en casa que la afición les arrope es muy importante. Que me piten a mí no me afecta, no me gusta porque uno también es persona, pero luego se explican las cosas y no pasa nada», declaró el entrenador mallorquinista.