Real Madrid y Lazio se enfrentan en el estadio Santiago Bernabéu, en la tercera jornada de la segunda fase de la Liga de Campeones, con dos objetivos bien distinto, ya que la victoria prácticamente clasifica a los españoles, mientras que una derrota dejaría fuera de la competición a los italianos en la misma proporción.
Dos partidos, dos victorias, seis puntos y un equipo con la casi totalidad de sus jugadores y en racha de juego y resultados son las inmejorables credenciales de un Real Madrid que quiere dejar casi resuelto su pase a los cuartos de final de la máxima competición continental si vence en el Bernabéu, un estadio casi inexpugnable, en España y en Europa, esta temporada, a diferencia de las últimas.
Dos partidos, ninguna victoria, cero puntos y un equipo en plena recuperación pero que no puede contar con algunos de los artífices del cambio son la fisonomía actual de un Lazio que está contra las cuerdas y que puede volverse tan peligroso como un animal herido, una derrota le deja sin opciones de pasar a la siguiente ronda.
Vicente Del Bosque, entrenador del Real Madrid, mantendrá la misma estructura del equipo que tan buenos resultados está teniendo en los últimos meses. No hay razón para el cambio. La defensa, contiene; el centro del campo crea y destruye y el ataque, simplemente, machaca. Todo ello con una coordinación entre líneas como hace tiempo no se recordaba en este equipo.
Iker Casillas, Fernando Hierro, Roberto Carlos y Claude Makelele son los líderes del sistema defensivo madridista. Iván Helguera, Luis Figo, Fernando Morientes y Raúl González son los ejecutores desde la línea de medio campo hasta la portería contraria.