No hubo milagro. España tendrá que luchar por la permanencia en el Grupo Mundial de Copa Davis tras caer ante Holanda en la primera ronda. La «supreme court» ha sido un obstáculo demasiado grande para los vigentes campeones. Incapaces de adaptarse a una superficie obsoleta y en desuso, los jugadores españoles tendrán que volver a ganarse la estancia entre los mejores. La derrota de Joan Balcells y Alex Corretja en el dobles permite el acceso de Holanda a la segunda ronda y destierra a España a un grupo siempre complicado.
Las victorias de Raemon Sluiter y Svenj Schalken en los individuales mermaron seriamente las posibilidades españolas en la primera eliminatoria de la Copa Davis. España necesitaba el triunfo de Joan Balcells y Alex Corretja para mantener las esperanzas de clasificación. La pareja catalana jugó un buen encuentro pero le faltó el empuje necesario en los momentos clave. Corretja desplegó un buen tenis y fue el líder de la pareja. Cumplió con su misión, pero no pudo tranquilizar a un Balcells al que le superó la presión. Balcells no estuvo atento en el resto y cometió demasiados errores no forzados. En un partido como en el de ayer, con un marcdor tan ajustado, todas las pelotas eran importantes y probablemente se podía haber conseguido algo más.
De todos modos poco se puede achacar a los jugadores españoles. Tal vez una victoria de Ferrero en el partido inaugural hubiese cambiado el guión, pero no son más que conjeturas. Todo el equipo jugó bien pero en unas condiciones demasiado adversas. La pista indoor es un factor que por tradición no beneficia a los tenistas españoles, pero el efecto «supreme court» ha sido decisivo.
La Copa Davis es una competición diferente. No es un tópico, es una realidad. El país anfitrión juega con ventaja. España la aprovechó el año pasado jugando sobre tierra batida y ganó la Ensaladera de Plata. Holanda ha actuado lícitamente eligiendo un suelo muy rápido y ha conseguido igualar su mejor clasificación en la Copa Davis.