87 ULLA OIL: Vicario (15), Cobelo (0), David Doblas (10), Javi Pérez (25), Evans (10) "cinco inicial", Rodríguez (6), Blanch (14), Koke Rama (5) y Uzal (2).
23 de 38 en tiros de 2 puntos. 9 de 27 en tiros de 3 puntos. 14 de 14 en tiros libres. 29 rebotes (21 en defensa y 8 en ataque). 27 faltas personales.
104 DRAC INCA: Edu Sánchez (11), Mons (13), Stacey (23), Crespo (16), Stuckey (17) "cinco inicial", Montañana (2), Carrasco (3), Lluis Merino (10), Villar (0) y Aldama (9).
23 de 40 en tiros de 2 puntos. 9 de 18 en tiros de 3 puntos. 31 de 37 en tiros libres. 22 rebotes (17 en defensa y 5 en ataque). 14 faltas personales.
ÀRBITROS: Estévez Camiña y García Leal. Exclusión por faltas a Rodríguez, David Doblas y Santi Aldama. Castigaron con una técnica a José Luis Abós, entrenador del Inca.
CRISTINA GUILLÉN (ÀREA 11)
Drac Inca explotó al máximo la nefasta salida de los locales y además de engordar su casillero particular de puntos fue asentando las bases de su triunfo posterior a base de cargar a personales a los jugadores interiores del Ulla Oil, sobretodo Vicario y Doblas.
Con rentas a favor de los mallorquines de hasta 28 puntos, en el minuto 15, los gallegos sólo podían esperar el milagro o los regalos del Drac Inca para recuperar la emoción en un encuentro de claro color balear. Tan sólo hubo un momento en el que los locales parecían iban a tener una oportunidad, y fue cuando los visitantes pisaron el freno y optaron por dedicarse simplemente a administrar su renta en el tercer cuarto. El público santiagués soñó con una gesta que acabó por no llegar.
El parcial de 25 a 19 que el firmó el cuadro gallego en el tercer cuarto (65-74) fue sólo un espejismo ya que su endeblez defensiva les volvió a pasar factura en los minutos de la verdad, y el Inca recuperó su eficacia anotadora de manos de su pareja de americanos y de la excelente aportación desde la línea de 6'25 de Merino, que con un par de triples anotados, el anotador se ponía cuesta abajo para los intereses visitantes.
En el último cuarto, Drac Inca volvió a subir el listón, y acelerando el partido de nuevo firmó un parcial que no dejaba lugar a dudas de quién fue el justo vencedor del encuentro de ayer tarde. En el marcador se podía ver reflejado el 87-104 final, fruto, no de la actuación magistral de alguno de los hombres sobre la cancha, sino que más bien se debe otorgar el triunfo al bloque al completo, ya que si observamos las puntuaciones personales de los jugadores visitantes, se ve patente el equilibrado reparto del trabajo anotador.