El Comité Balear de Arbitros sigue convulsionado. Sin tiempo para asimilar las denuncias de Martín Franco, la alarmante falta de colegiados o las agrias acusaciones de la oposición, ahora los problemas llegan desde Eivissa. Dos técnicos de equipos juveniles "Juan Tur del Sant Jordi y Juan Prats del Portmany" denunciaron el lunes a Ultima Hora Ibiza y Formentera que a la finalización del partido que les enfrentó el domingo que «nos pusimos de acuerdo los entrenadores y convencimos al árbitro para que no reflejara en el acta las dos expulsiones».
Los dos preparadores reconocieron que es una forma de adulterar la competición y aseguraron que «es un hecho grave pero que sucede en el cincuenta por ciento de los partidos», según explicaba Juan Tur. Juan Prats confirmaba esta versión y comentaba que «hablamos con el árbitro y éste ha optado por no reflejar en el acta estas expulsiones. Me dijo que había cometido un error», agregaba el técnico del Portmany. Francisco Rubio era el colegiado de este partido de la categoría juvenil y Pepe Rosselló, delegado en Eivissa de la Federación, significaba que «si esto es así, es un hecho muy grave».
En la misma dirección se expresaba Doménech Riera, máximo responsable del Comité que significaba al rotativo ibicenco que «voy a informarme bien del tema y, en caso de ser cierto, me pondré en contacto con el Comité de Competición para llevar a cabo una fuerte sanción. Este tipo de cosas hay que denunciarlas porque son un claro ejemplo de adulteración de la competición. Me pondré en contacto con los entrenadores involucrados para que me den su versión. En Eivissa ultimamente están pasando cosas muy raras».
Por último, el delegado insular de los árbitros, José Romero Casasola, manifestaba que «no he visto el acta del partido, pero en caso de ser cierto es un hecho muy grave. De todas formas si no hay denuncia por medio de los clubes, ni puedo ni voy a hacer nada. Estoy muy harto y tengo ganas de dejar el cargo», concluía. Algunos aficionados se pusieron ayer en contacto con Ultima Hora Ibiza y Formentera para confirmar estas adulteraciones y expresaron que es «un hecho habitual en Eivissa».