La Fiscalía antiterrorista de París tiene en sus manos el caso del futbolista vascofrancés Bixente Lizarazu, objeto de una exigencia de pago del impuesto revolucionario presumiblemente enviada por ETA, dijeron ayer a EFE fuentes judiciales.
La Fiscalía abrirá una investigación preliminar para determinar el origen de la carta, precisaron las fuentes. El pasado lunes, una misiva en euskera franqueada en París llegó al domicilio en Hendaya (País Vasco francés) de los padres del miembro de la selección nacional francesa y jugador del Bayern de Munich reclamando el pago del «impuesto revolucionario» para compensar su pertenencia al equipo nacional de un país «enemigo». Si se confirma que la carta fue enviada por ETA, sería la primera vez, según se cree, que la banda amenazaría de esta forma a ciudadanos franceses residentes fuera de España o a personalidades del mundo deportivo.
Aunque la prensa francesa, que se hace eco ampliamente del caso Lizarazu, atribuye sin más la autoría de la carta a ETA, fuentes judiciales y policiales consultadas dijeron que su origen no se ha determinado todavía. Pero ya se han adoptado medidas para garantizar la seguridad del campeón del mundo y de Europa con los colores franceses, actualmente lesionado y que viaja con frecuencia entre Munich (Alemania), la consulta de su masajista en Laval (noroeste) y el domicilio de su compañera, la cantante Elsa, en París.