En una noche de rebajas aparece por Inca el equipo más caro, una de esas plantillas ampulosas en presupuesto y diseñada para recuperar una porción de su historia. La iniciativa del club inquense de abaratar el precio de las localidades "costarán mil pesetas" contrasta con la calidad del rival y el nivel del choque. El Drac Inca se cruza con el campeón de Liga 97/98, un conjunto que ahora vive sus miserias en la otra cara del baloncesto (Palau d'Esports, 21.00 horas).
La aparición en escena del extinto TDK ha convulsionado es Raiguer. La junta directiva de la entidad de Inca se ha fijado como objetivo primario llenar el Palau y crear un clima perfecto para condicionar la visita del Manresa. Los de Salva Maldonado circulan entre la elite de la categoría y sólo el León ha sido capaz de sombrear su trayectoria. Los catalanes mantienen una estructura muy sólida y con linajes de ACB; Ferrán Laviña o Jordi Singla se han convertido en sus principales señas de identidad y el club les ha rodeado de jugadores excepcionales; desde la veteranía de Carles Ruf, hasta la juventud de Sabaté pasando por Nocioni.
El Drac Inca ha firmado sus mejores números en las últimas cuatro semanas y buscan un triunfo que les impulse. Después de ganar a Cajasur y Tenerife en el Palau y de vencer a domicilio a Sondeos y Menorca, los mallorquines tratan de acercarse a los mejores con un triunfo sonado ante una de las referencias en la LEB. Sin embargo, el plantel inquense cuenta con la importante baja de Miguel Àngel Cabral, un jugador polivalente y que se ha convertido en una pieza fundamental para entender la evolución de los inquers en las últimas fechas. Sus problemas en el ligamento del tobillo de la pierna derecha le apartarán de las pistas durante el mes de diciembre y mermará el potencial del conjunto balear.