Olvidar al Hércules resultará complejo, al menos mientras el filial siga transitando por una categoría en la que ha dejado de encontrarse cómodo. Descendido y reducido el asunto a una simple cuestión de orgullo, el cuadro alicantino no tuvo reparos en dejar sin plata al Mallorca B. Dos temporadas después, la herida sigue abierta y en cualquier reencuentro entre estos dos equipos es obligado referirse al pasado más reciente.
Azotado por una crisis económica que a punto estuvo de borrarle del mapa futbolístico, el Hércules se ha visto obligado a guardar el talonario bajo llave y acostumbrarse a vivir en la austeridad. De hecho, lo único que le queda es el nombre.
Mallorca B, imbuido en una espiral perdedora que no ha tardado en tener su reflejo más tangible enla clasificación, tratará esta mañana (12.00 horas) de reencontrarse con la victoria y tumbar a un rival que está en la lista negra. En las horas previas a la cita, todo han sido buenas noticias. Güiza vuelve a la convocatoria y eso implica un rearme. Juan Ramón López, después de un buen puñado de semanas, podrá contar con su futbolista más clarividente en ataque. Después del tropiezo fechado el pasado domingo en Mataró, la rehabilitación no puede esperar. El Hércules, que en la anterior jornada no pudo pasar del empate a cero ante el mediocre Alzira, no asusta demasiado.
Además del goleador Güiza, el técnico del filial ha citado a Cabeza, Campano, Alberto, Cordero, Da Mota, Jofre, Roberto Merino, Roberto Páramos, Jesús, Robles, Albert Riera, Benjamín, Quique Romero, Miguel Sánchez y Viale.