A Coruña puede haber marcado un punto de inflexión en la desconcertante trayectoria que había trazado Drac Inca desde que abrió el curso. Dos meses después, el grupo balear se atrevió a ganar un partido en las afueras del Palau y efecto ha sido inmediato. Sus credenciales aparecen ahora sólidas junto a los mejores equipos de la Liga y la opción de disparar los números está a la vuelta de la esquina. De hecho, este primer triunfo foráneo ha cargado de nuevas perspectivas el futuro y la cita del jueves ante Tenerife Canarias, se mire por donde se mire, es grande.
Los factores ingobernables han sido esta vez caritativos con el Inca. El partido fue enmarcado en su día dentro del programa de actos del «Dijous Bo» y todo lo que ha ocurrido desde entonces invita a pensar a que el Palau puede registrar el primer lleno de la temporada.
El equipo ha respondido justo cuando se avecinaba una fecha especial y emotiva para el club y todo su entorno, y Tenerife exhibe además una de esas nóminas de jugadores que invitan a acudir a la cancha. Es un equipo construido para lograr el ascenso y los que reclaman una carga añadida de morbo sólo deberán prestar algo de atención al banquillo visitante: Felipe Coello, casi con toda seguridad, será despedido si su equipo no gana en Inca. Otros dos nombres propios del partido son los de Miguel Angel Cabral y Javier Crespo, en la actualidad residen en Mallorca y durante la temporada anterior lo hicieron en Tenerife.