Son Moix albergará esta noche un partido grande. Mallorca y Barcelona protagonizarán todo un «clásico», al menos para la afición isleña. Los dos equipos están en alza, y llegan marcando una clara línea ascendente.
El cuadro azulgrana aterriza en Palma después de superar un primer periodo de crisis y anda por Europa y por España exhibiendo un alto nivel de juego y, sobretodo, de resultados. Serra Ferrer parece haber encontrado el once ideal y su constelación de estrellas está dirigida por un inconmensurable Xavi en el centro del campo, un grandísimo Rivaldo que cristaliza una jugada en cualquier momento y un todopoderoso Luis Enrique que, desde su regreso al once, ha infringido su garra, carácter y rabia al grupo de Serra.
El Mallorca sabe del potencial del Barça y Aragonés durante la semana ha tomado buena nota de los principales puntos que debe neutralizar su equipo para evitar que los azulgrana no se conviertan en una pesadilla. De entrada juega un papel fundamental la posesión del esférico. El balón tiene que ser del Mallorca. A partir de ahí todo se simplifica. Pero para que esto sea posible hay varios aspectos que deben tenerse muy en cuenta y Aragonés y su equipo lo saben. Marcos Martín de la Fuente tendrá la responsabilidad de parar a Xavi. Un hombre por el que pasan todos los balones y que se ha convertido en el auténtico «cerebro» catalán. Pero también hay que parar, en el lugar más indicado, a Rivaldo. El astro brasileño no tiene que desarrollar su juego donde más duele y ahí juega un papel fundamental la línea de defensiva.