La decisión de intervenir quirúrgicamente a Carlos Roa se conocerá en las próximas horas cuando el doctor Pedro Guillén haya estudiado y analizado el resultado de la artrorresonancia que se le efectuó ayer al portero en la clínica Cemtro de Madrid.
Cabe por otra parte la posibilidad de que la decisión final sea la de optar por seguir un tratamiento conservador para evitar el quirófano. La distensión que sufrió en le hombro izquierdo la pasada semana, y que le impidió jugar frente al Racing, motivará seguramente que tampoco pueda estar en Riazor, más aún si la decisión final que tomen los doctores es que Carlos debe pasar por el quirófano.
El «Lechuga» sufrió una recaída de esta lesión la pasada semana, pero esta dolencia apareció en el mes de julio cuando el Mallorca estaba realizando la pretemporada en Kössen. «La lesión se produjo en la pretemporada. La pasada semana sufrí una recaída, el dolor se fue incrementando, llegó a ser intenso y decidí que lo mejor es parar ya que no me sentía con confianza para jugar», manifestó ayer el portero en la sintonía de Ultima Hora Radio. En el caso de que el quirófano sea la decisión final, Carlos aceptaría operarse si esto pone punto y final a este problema. «Si no hay más remedio habrá que operarse pero esto lo definirán los resultados de la prueba. Si la intervención es una posibilidad para recobrar la confianza, habrá que operarse», comentó el futbolista.