El Barcelona, que llega plagado de ausencias pero con la moral que le ha dado la goleada obtenida en San Sebastián (0-6), se juega hoy, miércoles, su «ser o no ser» europeo en la visita a un Milán que confía en recuperar la importante baza defensiva de Paolo Maldini y el argentino Juan Antonio Chamot.
El partido se presenta como uno de los más importantes europeos que ha tenido que afrontar el Barcelona en los últimos años. No en vano se juega, entre otras cosas, además del futuro deportivo, de su prestigio, un buen puñado de millones que dejaría de ingresar en el caso de quedar eliminado.
Contra el Milán, en un estadio «Giuseppe Meazza» casi lleno y con terreno de juego pesado por la lluvia, al Barcelona prácticamente sólo le vale la victoria. Un empate le dejaría a remolque no sólo del equipo milanés sino, sobre todo, del inglés Leeds United, al que tiene que visitar en la siguiente jornada.
El Barcelona ha recuperado la moral tras su éxito ante la Real Sociedad que ahora le hace ver el difícil objetivo con un mayor optimismo y disipar, en parte, de su mente las importantes bajas con las que se presentan: Patrick Kluivert, Pep Guardiola, Overmans, Boudewijn Zenden y Gerard López. El Milán llega «escocido» por su derrota liguera de última hora en terreno del Bolonia (2-1), pero su técnico Alberto Zaccheroni, a falta del último entrenamiento, confía en recuperar a su defensa estelar, Paolo Maldini, que parece haber superado el «misterioso problema» que provocó su internamiento en un hospital, y a Chamot, recuperado de su estiramiento muscular.