JOSÉ A. DIEGO
La estadounidense Marion Jones cerró su cuenta recolectora de
medallas en tres oros y dos bronces en la penúltima jornada de los
Juegos Olímpicos de Sydney, que registró la primera derrota del año
del argelino Ali Saidi-Sief, en la final de 5.000 metros. Arruinado
el viernes su sueño de alcanzar un botín, inédito para una atleta,
de cinco medallas de oro en unos Juegos Olímpicos -ganó bronce en
longitud-, Marion Jones sólo aprovechó ayer una de las dos opciones
que tuvo de amasar títulos, aunque esta vez el éxito no estaba sólo
en sus propias fuerzas.
Las finales femeninas de relevos dieron un bronce a Estados Unidos en 4x100 y el oro en 4x400 gracias, sobre todo, a la tercera posta de Marion Jones, que cobró en su giro a la pista una renta suficiente para asegurar el triunfo sobre jamaicanas y rusas. Maurice Greene, campeón olímpico de 100 metros, y sus compañeros vengaron la afrenta sólo 25 minutos después al ganar la final masculina con 37.61, 21 centésimas por encima del récord mundial que establecieron los norteamericanos en Barcelona 92.
El etíope Millon Wolde, de 21 años, batió en la final de 5.000 metros a la estrella emergente del medio fondo mundial, el argelino Ali Saidi-Sief, que este año no había sufrido una sola derrota. Nadie se atrevió a tirar y la carrera discurrió a un ritmo muy lento -Wolde venció con 13:35.49, la peor marca vencedora desde México 68-. Ahí perdió el argelino la ventaja de su combinación de resistencia y velocidad. Wolde llegó fresco para batirle al esprint.