M. BENITO - SYDNEY
El francés Brahim Asloum se proclamó nuevo campeón olímpico del
peso minimosca (48 kilos) y le quitó al español Rafael Lozano el
sueño de colgarse la medalla de oro en el torneo de los Juegos de
Sydney. De nuevo Asloum salió al cuadrilátero del Centro de
Convenciones de Sydney dispuesto a no cambiar la estrategia y
aprovechando su mayor envergadura colocó la guardia alta y sacó las
manos para conseguir el primer punto, que iba a empatar de
inmediato Lozano con su derecha e izquierda que lo colocó 2-1 por
delante, para ser la única que tuvo porque perdió el primer asalto
3-4. Luego el francés, con la guardia alta y sacando la izquierda y
derecha a la contra, volvió a impresionar a los jueces que de
repente lo colocaron con una ventaja de 7-3, algo difícilmente
explicable cuando el que atacaba era el español.
La suerte estaba decidida para el único boxeador español que ha ganado dos medallas olímpicas, una de bronce en Atlanta 96 y la de plata de Sydney 2000, y aunque siguió luchando y buscando el golpe milagroso, que nunca llegó, dejó constancia que había sido un justo finalista ante un Asloum, que después de haber ganado al cubano Maikro Romero tenía todo a su favor para la victoria.
Las otras medallas olímpicas conseguidas por boxeadores españoles fueron la de plata en Barcelona 92 por Faustino Reyes (57 kilos, peso pluma) y las de bronce de Enrique Rodríguez Cal (51 kilos, peso mosca) y de Lozano en Atlanta 96 (48 kilos, minimosca).
Lozano dijo que todavía no tenía decidido cuál será su futuro dentro del boxeo, aunque si surgiese una buena oferta del profesionalismo se la pensará. De esta forma, el boxeador cordobés con el buen sentido del humor que también lo caracteriza, terminó su participación en los Juegos de Sydney, donde ha sido el deportista español más importante, valioso y popular, a pesar de ser el más bajo con sólo un metro y 50 centímetros.