EFE - SYDNEY
«Ayer me infiltré y he mejorado. Espero que el domingo esté aún
mejor», comentó ayer Abel Antón, y explicó que durante los quince
días previos a su viaje a Sydney notó que las molestias le
aumentaban. «Creí que cuando llegara a Australia y descansara los
problemas se reducirían, pero no fue así del todo y tome la
decisión de infiltrarme. Parece que ahora me encuentro bastante
mejor y confío en que de aquí al domingo desaparezcan», dijo Antón.
«Es una carrera muy dura y exigente, con constantes subidas y
bajadas. Si tienes algún problema, lo puedes pagar muy caro al
final», subrayó.
Antón, pese a todo, confía en subir al podio en sus últimos Juegos Olímpicos. «Creo que al final voy a aguantar y mi objetivo sigue siendo la medalla», aseguró durante una conferencia de prensa que ofreció junto a los otros dos representantes españoles en el maratón del domingo, Martín Fiz y Alberto Juzdado.
Fiz se encuentra en perfectas condiciones físicas. «Yo no tengo ningún tipo de problema. Mi problema se llama Abel Antón», bromeó el que fuera campeón del mundo en 1995. Sobre las características del circuito, Fiz destacó que lo del domingo será «un cross de 42 kilómetros». «Es un circuito muy duro, aunque hace unos días, en el maratón femenino, las diez primeras hicieron buenas marcas. Es duro pero rápido», destacó. «Pero el circuito es para todos igual. Yo vengo para intentar ganar y, ahora mismo, factores como el circuito, el calor o el frío no nos tienen que acojonar. Voy a salir a ganar. Vengo con mucha ilusión y muchas ganas», dijo Fiz.
Alberto Juzdado, por su parte, considera que en el maratón olímpico se podrá conseguir la victoria incluso «con un tiempo de 2:10 o 2:12». «No creo que la gente vaya a correr muy rápido esta carrera», afirmó.