ADRIÀN R.HUBER
El alemán Jan Ullrich se proclamó campeón olímpico de fondo en
carretera tras adjudicarse con maestría la prueba de ruta de los
Juegos Olímpicos de Sydney, que se convirtió en una exhibición
alemana, al conseguir su compatriota Andreas Kloeden la medalla de
bronce.
La prueba, disputada en un circuito urbano que resultó algo más complicado de lo que se esperaba a priori y al que se dieron catorce vueltas, para completar un total de 239'4 kilómetros, se convirtió asimismo en un éxito para el Telekom, equipo que podrá rentabilizar un podio en el que otro de sus empleados, Alexander Vinokurov, de Kazajistán, ocupó el segundo peldaño, logrando la medalla de plata.
Ullrich -ganador del Tour de Francia'97, de la Vuelta'99 y campeón del mundo de contrarreloj el año pasado en Verona-, que tomó la salida en la Vuelta a España como gran incógnita después de haber sido segundo en el Tour, despejó pronto sus intenciones al bajarse de la bici en la etapa de Zaragoza. Algunos pensaron que no se veía con fuerzas. Su objetivo, no obstante, como quedó demostrado hoy, eran los Juegos de Sydney.
Sin embargo, a Ullrich, nacido en Rostock el 2 de diciembre de 1973, se le colocaba como favorito para la prueba de contrarreloj del próximo sábado. La jornada de hoy daba a entender que la principal baza de los germanos sería Erik Zabel, si la prueba se resolviese al «sprint».
Eso era lo que también esperaban los españoles, sobre todo con el campeón mundial de fondo en carretera, el cántabro Óscar Freire, o con el madrileño Miguel Àngel Martín Perdiguero. Freire no pudo entrar en el corte bueno y se tuvo que conformar con el decimoséptimo puesto, a un minuto y 38 segundos del tiempo vencedor de Ullrich (5:29:08). Perdiguero se chocó con un holandés en la decimotercera vuelta y se retiró con daños en una rodilla y en un hombro.