Hastiado de buscar en los cajones un once competitivo, de estar siempre pendiente de la enfermería, de esperar la fruta que caiga del primer equipo y del castigo reiterado que sufren sus futbolistas, Juan Ramón López apela a la paciencia y al trabajo ironizando sobre el techo del equipo. «Me da gracia cuando se habla de objetivos», significa el técnico del filial.
El preparador sevillano se remite a los dos partidos disputados hasta la fecha y al rastro de la campaña anterior: «hay cosas que no podemos controlar, como las lesiones o las convocatorias del primer equipo. Trabajamos cada semana con mucha incertidumbre y mi deber es sacar el máximo rendimiento a la plantilla, pero es complicado. Además, la plantilla es todavía más joven que la temporada anterior», agrega el técnico.
Juan Ramón López significa que «la gente tiene que ser consciente de lo que nos puede pedir. El objetivo del club es el de formar futbolistas y la apuesta por las promesas y en eso estamos. Al equipo actual le falta mucho, pero creo que podemos mejorar igual que lo hicimos el año pasado».
En cuanto al partido disputado en Terrassa, López asegura que «nos faltó acierto en los últimos metros. Durante ochenta minutos fuimos superiores y ellos no nos inquietaron, pero al final caímos en sus provocaciones y nos empataron en una jugada a balón parado». El preparador recupera a Benjamín y Romerito ante la Gramanet.