Ariel Ibagaza tenía ayer un buen motivo para celebrar el regreso de Roa. Una milagrosa intervención del guardameta argentino en tiempo de descuento evitó que el único gol del Mallorca quedase reducido a cenizas. «Podíamos haber ganado el partido con cierta comodidad y al final casi lo perdemos, pero ahora lo que tenemos que hacer es trabajar para corregir errores», señaló un Ibagaza visiblemente contrariado por el marcador final.
El otro artífice de que el Mallorca no se fuera de vacío en su debut, Carlos Roa, tenía al término del encuentro un sentimiento dividido. El portero hizo una positiva valoración de su rendimiento individual, pero se mostró molesto con el empate. «Afrontaba este encuentro con la ansiedad lógica de alguien que vuelve a su equipo, que se reencuentra con la afición. No quería defraudar a nadie y en este sentido me siento contento porque he tenido la ocasión de evitar un gol en los últimos minutos. Sin embargo siento que no haya servido para ganar el partido. Creo que en la primera parte tuvimos una buena fase de juego, marcamos primero y pudimos haber sentenciado con el penalti. Debimos haber liquidado el encuentro entonces pero el Valladolid se creció en la segunda parte», indicó el cancerbero.
Tanto Roa como Ibagaza coincidieron en afirmar que el equipo necesita pulir los numerosos desajustes que presentó ayer en el primer encuentro de liga. «Todo eso se corrige con el tiempo. Estoy seguro de que poco a poco el equipo irá progresando. Es normal que en el primer encuentro las cosas no salgan como uno quiere pero el campeonato es muy largo y queda mucho tiempo para enmendar los fallos», indicó Roa.