Julián Robles se convirtió ayer en uno de los focos de atención en la sesión de entrenamiento matinal que efectuó el Real Mallorca en Son Bibiloni. El centrocampista alcanzó el lunes un acuerdo con el club y firmó un contrato que le unirá a la entidad balear los próximos cinco años. El futbolista atendió a los medios y explicó la satisfacción que sentía por haber cerrado el tema y quedar ligado a la entidad rojilla por un periodo relativamente largo de tiempo.
«Mi deseo era quedarme y el club quería también que me quedara. Todo ha sido fácil y rápido y estoy muy feliz por haber alcanzado el acuerdo definitivo», manifestó ayer Julián. El futbolista no ha necesitado de intermediario ni representante alguno. «Para qué necesitaba un representante. Mi idea era la de quedarme, otra cosa es que me hubiese querido marchar pero siendo así he llevado el tema yo personalmente junto con el club y todo ha ido bien», comentó Robles.
El futbolista tiene claro que quiere triunfar en el Mallorca. Después de diez años en el club, el centrocampista espera el momento de poder entrar en el primer equipo. «Tengo claro que quiero triunfar aquí, ante mi afición. Sé que está muy difícil ya que hay muy buenos jugadores en el primer equipo pero voy a intentarlo a muerte», manifestó un convencido Julián.
La cláusula del futbolista asciende ahora a 3.000 millones de pesetas. «Eso es mucho dinero», comentó. «Tienes que llegar a ser muy bueno para que un club llegue a pagar tanto pero mi intención es quedarme aquí y conseguir muchas cosas con el Real Mallorca», dijo ayer el futbolista bermellón. Robles se destapó principalmente la pasada temporada donde cuajó excelentes actuaciones tanto con el equipo juvenil como con el filial.