Pocas horas después ha quedado claro que Miquel Reynés no era uno más. La inesperada dimisión del máximo responsable médico de los servicios médicos del Drac Inca ha convulsionado el club y su propio entorno. José Luis Abós se ha convertido en uno de los focos de atención, fundamentalmente por los argumentos esgrimidos por Reynés en su despedida, aunque desde el club se han activado todos los mecanismos para dar carpetazo a un asunto que ha generado un profundo debate en el seno de la entidad.
«Personalmente lamento mucho el adiós de Miquel Reynés, pero tampoco puedo estar lamentándolo durante toda la vida. Ha tomado una decisión y la respeto, aunque también tengo muy claro que todos somos importantes, pero el club está por encima de todos», aseguró a esta redacción Sebastià Penya. El presidente del Bàsquet Inca advirtió conocer «a fondo» los motivos que han propiciado la marcha de uno de los profesionales mejor valorados dentro y fuera del club, pero no quiso airear excesivos detalles. «En todo este asunto hay una carga importante de motivos personales y considero que eso debe respetarse. Lo que yo he hablado con él se queda en el despacho y de ahí no va a salir. Eso si, mientras yo sea el presidente las puertas del Bàsquet Inca estarán abiertas. ¿Abós?. Me ha dicho que es el mejor entrenador que ha pasado por aquí».
Penya advirtió que «ahora mismo lo que más me preocupa es incorporar al organigrama un profesional tan cualificado como Miquel Reynés y ganar la Copa Balears. Algunos pueden considerarlo una competición menor, pero van a competir los tres mejores equipos de les Illes y nos hace una ilusión especial ganar este torneo». José Antonio Artigas, director general de la entidad, tiró de un discurso prácticamente idéntico al de Sebastià Penya. «No cabe duda que es una pérdida importante y lamentamos que no haya podido sellarse su continuidad. Nos ha dado sus motivos y le comprendemos».