Diego Tristán puede ver materializado esta noche su deseo de jugar en un grande. Tras un agitado verano en el que ha sido colocado en clubes de la talla del Fiorentina, el Mónaco o el Real Madrid, el delantero andaluz rubricó su compromiso con el Deportivo A Coruña y espera ansioso vestir por primera vez la zamarra del club gallego ante su afición y comenzar a justificar la pila de millones que Lendoiro desembolsó por sus servicios.
El Teresa Herrera, uno de los clásicos del verano futbolístico nacional, supone la puesta de largo del Campeón ante su hinchada y una magnífica ocasión para que el sevillano ponga al servicio de Riazor la clase y talento que desprenden sus botas. Diego es el ariete deseado por Jabo Irureta para el ataque tras de la amarga negativa de Catanha a los coruñeses, y en principio se presume como habitual pareja del holandés Makaay para la ofensiva deportivista, tanto en el Campeonato nacional como en la esperada Liga de Campeones.
El Deportivo se enfrentará en su torneo, y a partido único, al conjunto italiano del Lazio en uno de los platos fuertes de la pretemporada. La atención en el conjunto blanquiazul, aparte del bautismo del ex bermellón, estará centrada en seguir las evoluciones de una plantilla que pese a ser interminable, cuenta con las bajas de Djalminha, Sampaio, Makaay, Capdevila y Valerón, que no podrán pisar esta noche el césped de Riazor. Otros jugadores como Naybet, Fran o el nuevo internacional Víctor son duda para el choque y tal vez descansen debido a la proximidad de la Supercopa, que les medirá al Espanyol y abrirá de forma oficial la temporada a nivel nacional.