Carlos Angel Roa regresa a Mallorca marcado por el Evangelio y su pasado vistiendo la zamarra rojilla. El portero argentino ha decidido regresar a los terrenos de juego y el club balear le ha abierto la puerta de entrada con la misma sensibilidad que le abrió la de salida. Un año después, Roa volverá a formar parte del proyecto de la entidad mallorquina y tendrá una porción en el pastel del balompié de elite.
«Echaba de menos las sensaciones que se viven en un terreno de juego», señalaba ayer desde Mar del Plata un nostálgico cancerbero sudamericano a Ultima Hora Radio. Roa, de camino hacia España, expresaba su «enorme ilusión» por «volver a casa» y destacaba que «regreso al Mallorca con la intención de colaborar y sumar junto a Luis Aragonés. Tengo ganas de afrontar nuevos desafíos y está claro que la competencia es muy amplia. Leo Franco ha realizado una excelente temporada y Germán Burgos es un extraordinario portero, pero si no confiara en mis posibilidades no regresaría», explicaba Roa.
Sobre su estado físico y los escasos cambios que se han originado en la plantilla, el portero significaba que «llevo tres meses de trabajo muy duros e intensos en los que he perdido más de doce kilos, pero ahora estoy muy bien físicamente. He trabajado con mucha tranquilidad y sé que empiezo de cero en el equipo porque he estado alejado del fútbol durante un año. Tengo que demostrar que puedo hacerme con un hueco en la plantilla», señalaba el guardameta del conjunto mallorquinista. Sobre las incorporaciones señalaba que «si ha habido pocas es porque el plantel del año anterior es bueno». Roa vuelve a Mallorca para jugar en el equipo que le encumbró como futbolista y su regreso puede considerarse como el mejor fichaje del Real Mallorca para afrontar la próxima temporada de Liga.