El seleccionador francés, Roger Lemerre, aseguró que lo que más teme de España, con la que su equipo se cruzará en los cuartos de final de la Eurocopa, es que es un conjunto «en ascenso». El preparador galo destacó que, pese a que España inició jugando mal la Eurocopa y acabó clasificándose en el último minuto, su último encuentro contra Yugoslavia fue bueno y ello puede darles a los jugadores «mucha moral».
En su opinión, los jugadores españoles han sabido «transformar la fatiga» que mostraron al inicio de la Eurocopa por su larga temporada en «fuerza para la competitividad». Respecto al potencial del equipo español, Lemerre consideró que es un equipo «muy difícil» de ganar, aunque subrayó que «en unos cuartos de final de una Eurocopa siempre hay grandes equipos». El técnico francés opinó que «será un encuentro muy disputado e igualado» y recordó que, al tratarse de un partido de eliminación directa, cualquier error puede ser fatal. «Habrá que jugar muy concentrados y tensos durante todo el encuentro», subrayó.
Lemerre se mostró satisfecho del comportamiento de su equipo en esta Eurocopa, pese a que opinó que la derrota sufrida ante Holanda, aunque su equipo jugaba con muchos suplentes y no se jugaba nada, puede ser negativa para la moral de sus jugadores. El seleccionador francés dijo tener ganas de volverse a enfrentar a los holandeses, sobre todo porque ello significaría que su equipo «habría llegado a la final de la Eurocopa». Lemerre destacó especialmente en la rueda de prensa el juego desplegado durante la Eurocopa por dos jugadores poco habituales en el equipo: el centrocampista Robert Pires y el delantero Christophe Dugarry.