Conchita Martínez rompió con una racha de cinco años sin ganar a Arantxa Sánchez Vicario para imponerse ayer a la barcelonesa en las semifinales de Roland Garros por 6-1, 6-2 y alcanzar su primera final en el torneo más prestigioso del mundo sobre tierra batida. Como ambas tenistas decían antes del encuentro, cada partido es una historia.
Con los números en la mano Arantxa era la gran favorita para disputar su séptima final de Roland Garros tras haber ganado trece de los dieciséis enfrentamientos entre las dos jugadoras, pero una sorprendente Conchita se ganó a pulso su presencia en la gran final de los Internacionales de Francia. En un encuentro claramente táctico, Conchita Martínez supo adaptarse mejor a las difíciles condiciones del fuerte viento y a la presión de superar el listón de las semifinales y doblegó a Arantxa en «su torneo». Tan sólo necesitó la ganadora de Wimbledon´94 de 1 hora y 19 minutos para saldar cuentas con Arantxa y Roland Garros, en donde había tropezado en tres ocasiones en semifinales (1994 con Arantxa, y 1995 y 96 con Steffi Graf).
La gran triunfadora se mostró muy feliz por haber logrado meterse por primera vez en la final de este prestigioso gran slam. «Es un gran día por clasificarme por vez primera para la final de Roland Garros. Mis sueños están cerca de realizarse. Mentalmente estaba muy preparada y he trabajado mucho. Es un año fantástico. Ya había jugado muy bien en Roland Garros, donde alcancé muchas veces los cuartos y semifinales. Pero este año tenía la experiencia y paciencia necesarias», comentó.