El australiano Mark Philippoussis cortó las pocas esperanzas que todavía le quedan a Pete Sampras de ganar Roland Garros, el único Grand Slam que se le resiste, al derrotar al estadounidense en primera ronda por 4-6, 7-5, 7-6 (7-4), 4-6 y 8-6.
Calambres y desasosiego fueron el premio que Sampras encontró en la pista central donde luchó durante tres horas y 39 minutos en el partido estrella de la primera jornada de los Internacionales de Francia. El jugador americano, en su undécima comparecencia en el Abierto Francés, volvió a salir con el rostro desencajado y con la sensación de que no podrá ganar en París a menos que surja un milagro y la organización, algo utópico, decida cambiar el tipo de superficie.
Exhibición es el mejor calificativo que se puede otorgar al brasileño Gustavo Kuerten, quinto favorito, ante su trabajo contra el sueco Andreas Vinciguerra (6-0, 6-0 y 6-3). El de Florianopolis desarboló de tal forma con su juego al rival que sólo cuando se llevaban disputados 57 minutos éste logró ganar un juego. Su celebración, con los brazos en alto fue como si hubiera ganado el título.
También con autoridad, el ecuatoriano Nicolás Lapentti (11) doblegó al francés Julien Boutter en tres sets, y el británico Tim Henman (13) al estadounidense Vincent Spadea. Dos españoles, Alex Corretja (10) y Juan Carlos Ferrero (16) mostraron sus credenciales sin ceder una manga ante Alberto Martín y el francés Jerome Goldmard.
Por otra parte Carlos Moyá iniciará su andadura en Paris jugando contra el argentino Hernán Gumy, uno de los muchos trotamundos del tenis, que pese a no contar con ninguna victoria en su historial deportivo, posee una capacidad de lucha que le hace plantear muchos problemas a sus rivales, tiene 28 años y posee una complexión físicas.