«Estoy con gran responsabilidad. El club necesita jugar finales y ganarlas. Cuantificar lo preocupada que está la plantilla no se puede evaluar. Estamos mentalizados para ganar mañana (por hoy). No nos paramos ahora a pensar en las consecuencias que podría tener una hipotética derrota», aseguró Vicente del Bosque en las horas previas a la gran final.
Jugar contra un equipo español como el Valencia hace de esta final un encuentro diferente. «Que jueguen dos españoles es bonito, el Valencia nos merece todo el respeto, pero es una final más. Es una satisfacción para nuestro fútbol», señaló el técnico madridista. Del Bosque no tiene dudas. Salvo el caso de Guti y Alvaro, lesionados, el resto está capacitado para jugar. Incluido Savio, que de entrada estará en el banquillo.
El técnico salmantino quiere salir por la puerta grande mañana. «Si ganamos la octava Copa de Europa sería maravilloso. Podríamos haber asegurado el futuro de la sociedad el pasado viernes clasificándonos para la Liga de Campeones, pero ahora no hay que mirar para atrás. Debemos buscar el futuro y la revancha del viernes pasado», dijo el entrenador. El Real Madrid resuelve en los momentos clave. Del Bosque es optimista. «Tengo la confianza en mis jugadores. Hemos entrenado bien estos días y eso nos anima a afrontar el partido con cierta tranquilidad», señaló.