El vestuario del FC Barcelona se mostró totalmente dividido a la hora de analizar la eliminación de la Liga de Campeones a manos del Valencia, y en el que la reacción del público fue la de abroncar a los jugadores, al técnico, Louis van Gaal, y a la Junta Directiva encabezada por su presidente Josep Lluís Nuñez.
Después del partido, el portugués del FC Barcelona, Luis Figo, pidió a la directiva que pusiera de su parte para intentar arreglar la fractura que se ha abierto entre los aficionados del Barcelona y todo el entorno del primer equipo profesional del Barça.
El capitán del FC Barcelona, Pep Guardiola, es consciente de que el público estaba en su derecho de protestar después de que Mendieta adelantara al Valencia en el marcador. Guardiola comentó que «nosotros tenemos que hacerlo bien pero el público tiene todo su derecho a expresar lo que siente».
«La comunión entre el público y nosotros ha de volver pronto y ha de ser entre todos. Es importante para poder ganar y poder jugar bien ya que es el primer paso para volver a hacer cosas grandes», comentó el jugador del Barcelona. Guardiola, abanderado del equipo azulgrana y jugador imprescindible para la comunión entre la grada y el cuadro técnico y directivo, fue más lejos y apuntó que «lo de ayer no es bueno ni para el Barcelona, ni para el presidente, ni para nosotros».