El filial se aferra a las matemáticas para seguir con vida. Después de empatar en El Clariano en un eléctrico final de partido (en cinco minutos se pasó del 2-1 al 3-3) el conjunto balear afronta el último compromiso ante el Hospitalet con la calculadora en la mano y con la intención de ganar y especular. Y es que el Mallorca B no depende de sí mismo, situación antagónica a la vivida la temporada pasada en el último envite ante el Hércules. Para disputar la fase de ascenso el filial debe ganar o empatar. Una derrota le apartaría de la lucha por el ascenso y dejaría sin premio al mejor colectivo de la segunda vuelta. Sumar abre un abanico amplio de opciones y muchas de ellas, ayudadas por el golaverage indirecto, benefician al grupo mallorquín. Murcia y Hércules parten con ventaja. Un triunfo les mete en el segundo ciclo, pero los murcianos visitan Figueres (que también lucha por ingresar en la liguilla) y los alicantinos reciben al Terrassa, equipo de presupuesto ampuloso y que, a pesar de asegurar la permanencia en la categoría este pasado fin de semana, es siempre un equipo temible y que jugará mejor sin presión.
El conjunto de Juan Ramón López recibe el Hospitalet, conjunto catalán que se encuentra en la undécima plaza en la tabla y que llega a la isla sin motivación alguna. Sin embargo, las primas y la posibilidad de beneficiar al Figueres podrían darle otra dimensión al trascendental partido del domingo.
Una victoria abre la verja del ascenso. Si la suma de los tres puntos coincidiera con la derrota del Murcia y del Hércules habilitaría a los baleares para disputar la liguilla, ya que sólo el Figueres sumaría tantos puntos como los rojillos y los mallorquinistas superan a los catalanes en el encuentro de goles a favor y en contra. Si el filial gana y alguno de los dos pierde (Murcia o Hércules) la puerta de la liguilla también estaría abierta. Otra posibilidad pasa por el triunfo bermellón y el empate del Hércules y del Murcia (o de alguno de los dos), por lo que el triunfo en el Lluís Sitjar se antoja imprescindible. La otra vía es el empate. En caso de sumar sólo un punto el filial tiene menos opciones pero también puede lograr la clasificación. Todo pasaría por una derrota del Hércules y por un triunfo o empate del del Murcia. En tal caso, los insulares también jugarían la segunda fase.